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domingo, 7 de febrero de 2016

Ante el V Centenario de su muerte (23 de enero de 2016)
El último viaje de Fernando el Católico
      

Cazalegas, pueblo de la provincia de Toledo muy próximo a Talavera de la Reina, ha iniciado la conmemoración histórica como hito que fue del último viaje de Fernando el Católico. El rey de la unificación de España y el expansionismo de la cultura hispánica en el Nuevo Mundo y en Europa iba a morir en ese viaje, que ya inició con la salud muy quebrantada. Huía del rigor del invierno castellano. Buscaba nuevos aires, nuevos paisajes, el recreo de su espíritu en los cálidos inviernos extremeños. Quería besar por última vez el manto de la Virgen Morena de Guadalupe. Quería llegar a Granada, tal vez para morir allí y allí ser enterrado junto a su inolvidable Isabel.
De todo esto habló José María Gómez, Gran Maestre del Capítulo y Presidente de la Academia de la Hispanidad, en la conferencia que fue invitado a pronunciar en Cazalegas el día 13 de noviembre.

El rey partió de Aranda de Duero, pasó por Madrid y Casarrubios… y el 11 de noviembre llegaba a Cazalegas. Aquí firmó ciertos documentos, entre otros una Carta a su nieto don Fernando, hermano menor de Carlos V, hijos ambos de Juana la Loca. El día 12 estaba el rey en Talavera. Luego se entretuvo varios días en Oropesa, desde donde pasó a Plasencia. Desde allí, con paradas en otras pequeñas aldeas, se trasladó a Trujillo, donde el ayuntamiento le tributó una espectacular recepción, con una corrida de toros y otros festejos. Desde Trujillo se dirigía a Guadalupe, pero a mitad de camino se agravó su salud y tuvo que acogerse a una casa, propiedad del Monasterio, en el pueblo de Madrigalejo. Allí, en la madrugada del día 23 de enero de 1516, moría Fernando el Católico. Durante el viaje fue perfilando su testamento y, en el lecho de muerte en Madrigalejo, acordó con los de su Consejo nombrar Regente de España al cardenal Cisneros, en tanto su nieto Carlos alcanzaba la mayoría de edad para titularse Rey. Carlos se encontraba en la ciudad de Gante, en los Países Bajos, educándose como heredero de aquellos estados y de todo el Imperio austro-germánico.
Cazalegas ha tenido la visión histórica de la conmemoración del V Centenario de aquel último viaje que terminó con la muerte del rey que inicia la grandeza española de los Siglos de Oro junto a su esposa Isabel la Católica: edición de un folleto conmemorativo, conferencia, exposición, mercadillo medieval, Misa en Rito Mozárabe, escenificación de un Auto de Fe de la Santa Inquisición, inauguración de placa conmemorativa… Todo el pueblo respondió ataviándose con vestidos y atuendos medievales… y para dar más esplendor allí estuvieron Caballeros y Damas del Capítulo de Isabel la Católica, de la Academia de la Hispanidad, del Santo Sepulcro de Jerusalén, de la Orden de Caballeros de Malta y un buen número de Amigos de la Capa Española de Talavera de la Reina.
A continuación incluimos los versos con que José María Gómez puso brillante colofón a sus palabras.







FERNANDO EL CATÓLICO EN CAZALEGAS

Año mil quinientos quince
fue la señalada fecha,
día once de noviembre,
pernoctaba en Cazalegas
el Rey Fernando el Católico
durante el viaje que hiciera,
el último de su vida,
por las tierras extremeñas
camino de Guadalupe,
donde la Virgen Morena
en su grave enfermedad
le ayudara y protegiera.
En Cazalegas firmó
con gran recato y urgencia
una Carta a don Fernando,
nieto de su preferencia.
Desde aquí siguió el viaje
por Talavera, Oropesa,
Plasencia, Trujillo y otras 
más humildes aldehuelas.
Quería orar en Guadalupe
ante su Virgen Morena,
pues presentía la muerte
de día en día más cerca.
Mas no llegó a Guadalupe
la gran comitiva regia
ni el rey que la presidía.
En una cercana aldea,
llamada Madrigalejo,
se agravaba su dolencia
y moría el Rey Fernando.
Los que le asistieron cuentan
que sus últimas palabras
fueron: “¡Oh Virgen Morena
que desde tu Monasterio
en todo mi reino reinas…
oh esposa mía Isabel,
mujer fiel y santa reina,
que desde el Cielo que gozas
a nuestra España gobiernas…
tomad mi alma pecadora
y conducidla en presencia
de Dios Todopoderoso
para que Él me conceda
por vuestra intercesión santa
la felicidad eterna.”
Así murió el Rey Fernando,
durante el viaje que hiciera,
el último de su vida,
pasando por Cazalegas.
Y así este pueblo querido
con gran honor lo recuerda
quinientos años después
para memoria perpetua.

            José María Gómez Gómez
              11 de noviembre de 2015